En algún momento de nuestras vidas hemos notado un incómodo y molesto dolor en nuestra zona abdominal mientras realizábamos ejercicio físico, que nos impide realizar la actividad con intensidad y, en ocasiones, nos obliga a paralizarla. Es a lo que llamamos flato, un concepto que todos conocemos, pero que pocos llegan a saber cómo se produce realmente.
Qué es el flato
El flato, también conocido como “dolor abdominal transitorio”, es una molestia que aparece en los laterales de la zona abdominal, y se produce mientras el afectado desarrolla una actividad física, generalmente aquellas de carácter aeróbico (running, bicicleta, fútbol). Pese a que existen diversas teorías sobre su naturaleza, la gran mayoría de las investigaciones coinciden en que las llamadas oscilaciones de carrera (el movimiento de tu cuerpo mientras te mueves al ejercitarte) son un causante directo del flato en los deportistas. Veamos por qué se produce el flato en los deportes de este estilo y qué causas tiene.
Causas del flato: por qué se produce cuando hacemos ejercicio
Las causas del flato no terminan de estar claras del todo, pero las múltiples investigaciones realizadas apuntan a que los siguientes factores pueden influir directamente en su aparición:
- Realización de ejercicios continuados de alta intensidad.
- Sobrecarga o tensión en el diafragma.
- Deportes en los que se realiza carrera (fútbol, running, ciclismo, natación).
- Calambres abdominales. Son una posible causa del flato, ya que un calambre en el tejido muscular del abdomen puede provocar ese tipo de dolor continuado.
- Técnica de carrera: posición del pie, la espalda, respiración, entre otros.
- Rigidez en la musculatura que estabiliza la columna vertebral.
Consejos para evitarlo
Mirando hacia nuestro propio cuerpo, el consejo más útil para prevenir el flato consiste en, antes de empezar a entrenar, dejar un espacio de tiempo desde la última comida (o ingesta de líquidos en grandes cantidades) que hayamos realizado. Con esto, conseguimos que el peso de nuestro estómago no aumente, y nuestro diafragma no se vea afectado por las oscilaciones mencionadas previamente.
Durante la práctica del ejercicio, la hidratación siempre se debe realizar con pequeños sorbos, con el fin de evitar aumentos drásticos en el peso de nuestro estómago. Por otro lado, también te aconsejamos que utilices un calzado adecuado a la hora de realizar ejercicio, ya que este te garantizará una buena amortiguación en las pisadas. Además, tu técnica de carrera influye en las oscilaciones que pueda tener tu cuerpo, por lo que debes poner atención en mejorar lo máximo posible.
En caso de que el flato ya haya aparecido, lo más conveniente es activar, de alguna manera, toda la musculatura de la zona abdominal, además de presionar ligeramente la zona y flexionar el tronco, ya que logrará que las vísceras se estabilicen, neutralizando las oscilaciones. En caso de que el dolor sea muy grave, siempre se recomienda parar la actividad.
Si te preguntabas qué es el flato, te hemos contado su definición y las posibles causas que lo provocan. No existe una fórmula mágica para evitarlo, pero si logras mejorar tu técnica de carrera, cuidar la respiración a la hora de realizar ejercicios aeróbicos y no ingerir altas cantidades de comida y bebida antes de entrenar, conseguirás minimizar las probabilidades de que este incómodo dolor aparezca durante la actividad deportiva.